ASTRID LINDGREN

Lindgren, nacida en 1907 en un pueblecito llamado Naes (sur de Suecia), segunda hija de Samuel August, granjero, y Hanna Jonsson Ericsson, a los catorce años ya estaba colaborando en el periódico local. El embarazo de su primer hijo, Lars, la obliga a abandonar el hogar familiar y mudarse a Estocolmo a los diecinueve años. En 1931 se casa con Sture Lindgren, de quien toma el apellido con el que iban a conocerla cientos de millones de lectores y televidentes,no se tomó en serio sus dotes de escritora hasta los años 40 y el personaje de Pippi surgió de manera espontánea, en 1941, en los cuentos que le narraba a su hija Karin, de siete años, enferma de una infección gripal. En 1945, la editorial Ruben Sjoegren captó el humor corrosivo de Pippi y lo lanzó a un mundo especialmente necesitado de algo de fantasía tras la II Guerra Mundial. El resto vino rodado, arrasó con el personaje de Pipi. La escritora compaginó ese personaje con la trilogía de Los niños de Bullerbyn, cuya protagonista, Lisa, se situaba en las antípodas de Pippi. Si una era la anarquía, la otra representaba la armonía y el mundo fantástico y la fuerza sobrehumana de la primera bajaba al terreno de lo cotidiano en la segunda, pero Lisa no impactó como su 'hermana mayor', con la que irremisiblemente ha quedado identificada la obra de Lindgren. La abuela de hermosos cabellos canos que reflejan sus últimas fotografías tuvo su propia dosis de rebeldía juvenil y sacó adelante como madre soltera a su hija, Karin, que tuvo con 19 años. La Academia sueca la dejó al margen de sus ceremoniales, pero en cambio obtuvo el Premio Nobel alternativo, en 1994, por su defensa del derecho de los niños a ser educados con amor y respeto hacia su individualidad. Por boca de su portavoz, Horace Engdahi, la Academia de Estocolmo rindió hoy homenaje a la escritora con la siguiente frase: 'Si los niños del mundo tuvieran su propia república, su figura de culto sería Astrid Lindgren'.