¿A qué huele una boda? Si quieres tener control sobre esta pregunta y tienes clara la respuesta que deseas, no olvides apuntar un capítulo dedicado al aroma de la boda en tu wedding plan. Los aromas son especialmente evocadores. El olfato, como ningún otro sentido, es capaz de devolvernos a las mismas sensaciones de un momento especial en tan solo un aroma. Así es que imagina que consigues impregnar el "Sí, quiero" con una fragancia que, cada vez que la huelas, te lleve a ese lugar, a ese momento y a esas emociones.
Si el marketing olfativo existe para hoteles, espacios comerciales y eventos especiales, ¿por qué no aplicarlo en un día tan extraordinario como el de una boda? Si estáis decididos a ir con ese aroma hasta el altar os será de gran ayuda tener en cuenta algunos factores para elegir el olor ideal.
Tened presente si se trata de una boda de invierno o de temporadas cálidas para elegir olores más dulzones y amaderados en el primer caso o más frescos, cítricos o florales, en el segundo. También es útil tener en cuenta si la boda va a tener lugar de día o de noche. La noche se casa con el embrujo, el misterio, la magia, la sofisticación... Así es que las fragancias con cierta intensidad van perfectas para ese momento.
Si os dejáis guiar por la decoración, también esta os servirá para encontrar el aroma perfecto para vuestra ceremonia y posterior celebración. En bodas románticas y boho imperan los perfumes florales, así es que la puerta está abierta a una decoración floral con lavandas, jazmines, rosas, gardenias, lirios...
En bodas de estilo clásico el sándalo, el roble o el bambú ganan posiciones. Cuando la decoración del "Sí, quiero" está inspirado por la naturaleza los olores verdes y herbales entran en juego, aunque serán los mismos elementos naturales los que impregnen el momento. Vainilla, cacao, musgo, aromas ahumados y connotaciones exóticas como las que aporta el jengibre, el cardamomo o los aceites esenciales pueden ser los ingredientes para la fragancia que estáis buscando.
Muchas historias en común han empezado a escribirse con una canción. Pero hay otras que, sin embargo, nacen de un aroma en común. El de ese viaje a Oriente que os puso en el mismo camino, el de la brisa del mar que fue atrezzo de vuestra declaración de amor, el de aquellas rosas con las que empezó todo... Revisad vuestra historia, porque tal vez sea ahí donde encontréis el olor que os recordará al día de vuestra boda.
Recurrid a velas, inciensos, rincones florales, centros de mesas frutales, varillas de aceites en los baños, difusores...
Hoy las opciones son mútiples e incluso muy decorativas para que vuestra boda desprenda esa fragancia que os acompañará por siempre.
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