Recetas selectas

Delicatessen

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 Las mayores delicatessen de las islas baleares                                                                                                  

El cristal de la vida

Recogida de forma exclusiva en el parque natural de Ses Salines, Sal de Ibiza es un producto totalmente natural y que contiene más de 80 elementos de vital importancia para nuestro cuerpo. De sabor exquisito, probarla es descubrir a qué tiene que saber realmente la sal.mar, sol y viento. Estos son los únicos ingredientes de Sal de Ibiza, una sal marina de muy alta calidad que se produce de manera totalmente natural en la isla balear. La flor de sal, de color blanco tirando a rosa pálido, tiene un sabor aromático y sutil. Contiene 80 minerales esenciales y oligoelementos beneficiosos para nuestro organismo, como el magnesio, el yodo, el selenio y el flúor, entre otros. Cuando uno de sus cristales se deshace en la boca es cuando recordamos cómo debe de saber la sal realmente.  Sal de Ibiza no incorpora ni aditivos ni conservantes y se produce de la misma manera que hace 2.700 años, cuando los cartagineses conquistaron la isla y comenzaron a extraer aquella.A partir del siglo XIII, se empezaron a utilizar en las salinas nuevas técnicas que aumentaron enormemente la cantidad y la calidad de la sal extraída. En esa época se vendían alrededor de 25.000 toneladas de sal de Ibiza. Recordar que, en aquel periodo, este producto era de crucial importancia pues, hasta la llegada del frigorífico, la sal era prácticamente el único elemento existente para conservar los alimentos. Gracias a su sal, Ibiza se convirtió en un socio importante de las grandes potencias medievales, como Génova, Florencia y Venecia. Tras la Guerra de Sucesión española, en 1715, las salinas pasaron a estar dirigidas por la corona que las vendió, por un millón de pesetas, a dos empresarios mallorquines.En 1878 éstos fundaron la “Fábrica de la Sal de Ibiza” y realizaron una gran inversión para reformar y modernizar las salinas. En 1888, la producción ya era de 50.000 toneladas, una cifra que, en la actualidad, también sería considerada un éxito. La importancia de Sal de Ibiza se mantiene hoy gracias a un proceso de elaboración que se ha mantenido fiel a la tradición.La sal se extrae de la zona protegida del parque natural de Ses Salines, utilizando métodos ancestrales. Es la unión entre esa tradición, el sol, el mar y el viento la que da forma a este regalo de la naturaleza: una sal marina que no sufre alteración alguna desde que se cosecha de manera manual hasta que llega a la boca. En el club del gourmet en El Corte Inglés podrá encontrar la Flor de Sal, la más pura, de muy alta calidad y que no se somete a ningún proceso de refi namiento.Otro producto muy especial son las patatas chips Sal de Ibiza. Los ingredientes son sencillos: patatas de primera calidad, aceite de girasol y un toque de Flor de Sal de Ibiza.Un aperitivo perfecto, que cuenta con la calidad y la garantía de Sal de Ibiza. Mucho antes de que el turismo llegara a la isla, la Sal de Ibiza ya podía ser considerada como su mayor embajadora en el mundo. El objetivo de Sal de Ibiza es continuar con esta misión para que las nuevas generaciones valoren y aprecien este producto único tal y cómo hicieron sus antepasados. Todo un emblema de la isla y un disfrute para el paladar.
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Saborea la experiencia Haciendo Guzman

 El perfecto complemento para los productos de la huerta, frescos y de temporada.
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‘Snack' viajero y exótico

 Biscuiterie de Provence lanza una nueva gama de aperitivos inspirados en los tesoros culinarios del mundo. Galletas saladas que permiten viajar de la India a Marruecos pasando por la cocina caribeña de las Antillas.tras meses de trabajo, investigación y pruebas, lo nuevo de Biscuiterie de Provence ya está en el mercado, incluido el Club del Gourmet en El Corte Inglés. Se trata de una gama de snacks que han bautizado como Aperitivos Viajeros, y que nacen inspirados por las rutas de Oriente y la riqueza gastronómica de exóticos países. Originales, crujientes y de intenso sabor, estas galletas saladas son fabricadas de forma artesanal en hornos tradicionales, con ingredientes como harina de trigo, mantequilla fresca de Baratte y queso parmesano con Denominación de Origen Protegida.A partir de ahí, la imaginación en sabores recorre el mundo. Permite viajar a Marruecos de la mano de la variedad Tajine, que se elabora con una mezcla de especias entre las que no faltan cilantro, comino, paprika, cúrcuma o canela. También a la India y Pakistán con Tandoori, variedad ligeramente picante que recuerda a alholva, ajo y coriandro. Y, por último, a las Antillas, donde la cúrcuma, el cilantro o la pimienta de la variedad Colombo son capaces de trasladarnos a tierras caribeñas con solo dar un bocado. Biscuiterie de Provence suma con Tajine, Tandoori y Colombo una nueva selección de aperitivos a su catálogo, donde conviven también exclusivas galletas y tartas. Bocados dulces y salados, con ingredientes de la más alta calidad, sin colorantes ni conservantes artificiales y basadas en recetas tradicionales. Esa es la filosofía de esta casa, situada en la región de la Provenza, en el sur de Francia. Una empresa de origen familiar, apasionada por los productos locales, y que ya gestiona la sexta de sus generaciones. Preocupados por la sostenibilidad, la salud y el medioambiente han reducido considerablemente la cantidad de azúcar, sal y grasa de sus productos a lo largo de los años y desarrollan una comprometida política de reciclaje. No descuidan tampoco la producción de líneas orgánicas y sin gluten.
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Son Dalabau, sobrasada de autor

 Son Dalabau se embarcó en un proyecto para recuperar la tradición que rodea un producto tan mallorquín como la sobrasada, ofreciendo piezas de curación natural, sin lactosa ni gluten, y con el menor índice de grasa del mercado.Si se habla de Mallorca y de cultura gastronómica, la sobrasada es una referencia que no se puede pasar por alto. Se trata de un embutido crudo curado de carne de cerdo, con grasa, sal, pimentón y especias, que se toma al desnudo, acompañado simplemente de pan o como ingrediente de otros platos de calado popular en la zona. Si bien sobrasadas hay muchas, cierto es que las de Son Dalabau destacan por el respeto a la tradición y la calidad final del producto.Calidad que se debe a la cuidada selección de los animales y especias, así como al respetuoso procesamiento posterior. Trabajan únicamente con cerdo negro mallorquín, una sublínea de la raza ibérica que, por cientos de años de aislamiento y una alimentación asociada necesariamente a tierras locales, presenta características diferentes a las del cerdo ibérico que campa en la Península. Son animales que se desarrollan en libertad, de imposible explotación intensiva, que se alimentan con cereales, hierbas e higos, y presentan un porcentaje de grasa infiltrada en algunos casos superior al 20%.Concretamente, la sobrasada de Son Dalabau es 100% de hembras reproductoras, nunca machos, animales de carne más melosa y mayor riqueza organoléptica. El pimentón usado es de primera categoría y solo se emplea tripa natural para su embuchado.
La curación es totalmente natural y lenta, muy lenta, a temperatura ambiente y con elevado nivel de humedad para que el producto transpire correctamente. Mimos, todos ellos, que hacen que el resultado sea excepcional; que sea la sobrasada con menos grasa y mayor pureza del mercado, sin lactosa ni gluten. Motivos más que suficientes para convertirla en un producto que no podía faltar en el Club del Gourmet en El Corte Inglés.
No se debe conservar en el frigorífico y cuenta con alrededor de diez meses de longevidad, en los que se puede convertir en sabroso y fi el compañero de recetas de arroz, en coca, verduras, con huevos, e incluso, de la mano de sabores dulces y frutales como higos o miel.
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La mortadela se vuelve ibérica

 Negrini y Carrasco Guijuelo presentan un nuevo e innovador producto ‘gourmet’ que une el savoir faire de la casa italiana y la mejor materia prima de la firma salmantina: nace la primera mortadela de Bolonia ibérica.Lo mejor de España e Italia, en un único e innovador producto. Nace la primera mortadela de Bolonia elaborada con cerdo ibérico. Se trata de un producto gourmet que surge de una iniciativa pionera en I+D+i y del trabajo conjunto de dos empresas con gran tradición familiar. Por un lado, la firma italiana Negrini, productora, importadora y distribuidora de productos enogastronómicos italianos de alta gama en España y Portugal. Por el otro, la salmantina Carrasco Guijuelo, marca de ibéricos líder en ventas e innovación en Guijuelo, presentan la primera mortadela de Bolonia elaborada con cerdo ibérico. 
Esta versión renovada del embutido estrella de la firma de Bolonia (Italia) es un nuevo producto ibérico, cien por cien natural, de producción limitada y numerada que Negrini elabora en Italia respetando la manera tradicional de hacer la auténtica mortadela de Bolonia, pero “sustituyendo los cortes nobles, como la paleta y la carrillada, de cerdo blanco italiano, por los de cerdo ibérico de Carrasco Guijuelo”, apunta Nicoletta Negrini. A esta carne se añaden especias naturales –como sal, ajo, pimienta negra, cilantro, cardamomo, nuez moscada y clavos– y después se cuece en estufas de ladrillo natural.
La mortadela ibérica es también un producto gourmet capaz de inspirar todo tipo de platos de alta cocina gracias a “los matices aromáticos más intensos y a la profundidad y persistencia del sabor que aporta la excelsa carne del cerdo ibérico”, explica Francisco Carrasco. Un animal criado en las fincas que la empresa salmantina posee en la dehesa extremeña, el lugar con mayor concentración de encinas de Europa.Este embutido innovador llega al mercado en una producción única de 100 unidades de 10 kilogramos de peso y está ahora disponible en el Club del Gourmet en El Corte Inglés. Una oportunidad única para probar lo que puede dar de sí cuando lo mejor de dos mundos se mezcla.
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Oro líquido de Manacor

 El sabor de la tradición agraria de Mallorca ha perdurado en el tiempo especialmente en la localidad de Manacor, donde se elabora un reconocido aceite firmado por Bodegas Roda: Aubocassa. 100% arbequina, sedoso, fresco y frutalAlgo emocionante, para los promotores de Bodegas Roda (Haro, La Rioja), fue pasar del complejo universo del vino al mundo del aceite. Emocionante y sorprendente. Descubrir que de un pequeño fruto que vira de color, de aromas y sabores, se consigue extraer la única grasa vegetal del mundo que no exige procesos químicos.De esta emotiva relación con la aceituna nació en 1998 el aceite Aubocassa, un virgen extra de alta gama que fue pionero en reflejar las características del paisaje, y en dejar de lado el rendimiento en favor de la máxima expresión y calidad del jugo. Prueba de ello son los numerosos reconocimientos que atesora, y que lo avalan como referente dentro del panorama oleícola internacional. Aproximadamente dos horas es el tiempo que separa la aceituna del aceite, el fruto de su zumo, que tras pasar procesos de molienda, batido y separación, queda listo para reposar a una temperatura estable de 20°.
El mimado proceso, el control de la temperatura para que los aromas no se pierdan, cosechar cuando la aceituna está verde o molturar una hora después de la recolección conduce necesariamente a un bajo rendimiento –8,5 kg. de aceituna para 1 l. de aceite cuando lo normal es de 4,5 kg.– lo que se traduce en máxima calidad y frescura. Sin añadir ningún aditivo, se embotella en cristal oscuro para protegerlo de los rayos solares y la oxidación, y así se puede encontrar en el Club del Gourmet en El Corte Inglés.
Aubocassa es un aceite muy mediterráneo que nace en una fi nca de igual carácter y mismo nombre, localizada en la mallorquina Manacor, una zona donde aún late la tradición agrícola de la isla.
Documentada ya en el siglo XII, es testigo del paso del tiempo y de la variedad de cultivos locales, donde no faltan acebuches, almendros, higueras o algarrobos. Tierra de la que nacen olivos y que regala este sedoso 100% arbequina de tono verde amarillento. Su nota de cata revela en nariz recuerdos a hierba recién cortada, tomate, verduras, plátano verde, kiwi o piel de limón; en boca destaca su carácter frutal y fresco, sin amargos, con un ligerísimo punto picante.
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Artesanos y menorquines

 En Son Mercer de Baix las vacas pastan libremente por la finca, los quesos se elaboran con leche recién ordeñada y el moldeo se hace a mano, pieza a pieza. Se voltean frecuentemente y se sigue de cerca la evolución de la corteza. A kilómetro y medio del pueblo menorquín de Ferreries, la familia Mascaró, conocida internacionalmente por su vinculación a la industria del calzado desde 1918, tiene una finca de campos verdes, acariciados por el viento de Tramontana. Una finca en la que las vacas campan libremente, alimentadas de heno y cereales en momentos de escasez. Animales sanos y longevos que ofrecen una leche de primera calidad.Todo este escenario habla de quesos, de Son Mercer de Baix, una firma bajo la que se encuadran referencias amparadas por la D.O. Mahón-Menorca en su vertiente artesanal y de otras creaciones personales y sorprendentes. Tiernos y cremosos, son quesos que se elaboran con leche recién ordeñada, mañana y tarde a lo largo de todo el año. Se moldean a mano uno a uno, introduciendo la cuajada en paños de algodón, que se aprieta y desuera respetando sus tiempos.
Ya en la cava comienzan su proceso de afinado y maduración, en el que se controla la evolución de la corteza. Son volteados con frecuencia y trasladados de sitio para permitir una óptima intensidad de aire y humedad. Se unta la corteza con aceite de oliva y pimentón, razón que le da a los quesos ese tono de corteza que varía según la curación. Se observan, se escuchan, se cuidan hasta llegar a su punto perfecto.En el Club del Gourmet en El Corte Inglés se puede encontrar la variedad semicurada, en diferentes formatos, y también una de las novedades de la casa, una apuesta mediterránea y única llamada Mua. Se trata de un queso en forma de corazón, con una maduración de al menos 45 días, una corteza natural enmohecida y una pasta firme y compacta. Cremoso y fundente al paladar, con una acidez muy delicada, esta original pieza evoluciona en el tiempo hacia sabores de mayor intensidad, gracias a su envoltorio de papel, que le permite seguir respirando mientras es protegido de luz y desecación.
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Conservas a fuego lento

 Sabores tradicionales, el mejor de los productos, recetas de siempre preparadas en conserva con cariño, paciencia y pasión. Así es La Cuna, una iniciativa gourmet de origen familiar asentada en la toledana Malpica del Tajo.Con la idea inicial de preservar en el tiempo un buen número de muestras de nuestro recetario más tradicional nació en 2002 La Cuna, un proyecto familiar que hoy cuenta con más de 20 empleados y exporta su catálogo a todo el mundo. Parten de los mejores productos, de ingredientes naturales a los que no añaden colorantes ni conservantes ni aromas artificiales. Y los trabajan con dedicación y paciencia recuperando métodos tradicionales, en sartén de hierro colado y con cuchara de palo. Una producción artesanal que permite conservar los aromas, texturas y sabores originales, así como intactas sus cualidades nutricionales, gracias al empleo de las más modernas y fiables técnicas de seguridad alimentaria.
Un amplio y surtido número de referencias de Conservas La Cuna está disponible en el Club del Gourmet en El Corte Inglés, como por ejemplo los patés, gama insignia de la casa. Patés de caza como el de liebre o el de perdiz roja, ambos de textura cremosa y sabor intenso; el de ibérico de bellota al Pedro Ximénez, el de hongos y trufa blanca, la brandada de bacalao, con un agradable recuerdo a ajos confi tados, y el hummus o paté de garbanzos, donde se combinan las notas ácidas de limón, tostadas de sésamo y el exótico comino.
También productos de huerta como la conserva de cebolla, confitada lentamente con notas de Pedro Ximénez, o los pimientos, convertidos en mermelada de sabor dulce con una pequeña nota picante final, un producto perfecto como armonía de quesos.Y para acompañar, unos crackers con aceite de oliva, queso de cabra y un toque de tomillo. Las conservas se presentan en tarros de cristal, que dejan asomar el producto sin trampas ni disfraces, y que se engalanan simplemente con papel de estraza y una etiqueta de letra manuscrita. Recuerdos de siempre en envase y sabor, donde la receta es protagonista.
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El origen de la cultura
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MUNDO GASTRONOMICO
El origen de la cultura
Referente en aspectos culturales, políticos y gastronómicos a lo largo de su historia, Italia es un país tan rico que siempre se percibe de manera diferente.
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Un recorrido por los sabores y paisajes suizos
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MUNDO GASTRONOMICO
Un recorrido por los sabores y paisajes suizos
Protegida por lagos y valles y enriquecida por la mezcla de tres culturas, Suiza enamora por paisaje y gastronomía. Prepárense para descubrir sus delicias.
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