Cómo producir más leche materna

La duda de tantas madres primerizas: ¿cómo producir más leche materna?
Lo cierto es que existen algunos medicamentos o productos naturales que ayudan a las mujeres a producir más leche. Sin embargo, se debe tener en cuenta que esta no es la mejor forma de conseguirlo. La mejor forma es poniendo al bebé al pecho con mayor frecuencia.
El problema aparece ya que muchas mamás se preocupan porque no saben si el bebé tendrá tanta hambre. ¿Cómo pueden saber si tiene hambre el bebé? Pues bien, para adivinar si el bebé tiene hambre y desea comer, o le pasa cualquier otra cosa de la que de momento no se tiene conocimiento los progenitores han de estar atentos a sus señales.
Una de las cosas que se ha de tener clara es que la mayoría de los bebés cuando tienen hambre se ponen a llorar. Cuando se debe a este motivo, el llanto suele normalmente empezar algo más bajito, y a medida que pasa el tiempo este va aumentando en intensidad y angustia si sigue sin obtener su comida.
Normalmente los bebés cuando tienen hambre también van a gemir, a protestar o a llevarse los puños a la boca.
Pero ¿de qué más va a depender la producción de leche materna? De la succión y de la alimentación del bebé. Hay que tener en cuenta que cuánto más coma, más leche producirá.
De hecho, cuando el bebé mama lo que hace el cerebro es mandar una orden para que la prolactina que es la hormona encargada básicamente de regular la producción de leche se multiplique haciendo que también se multiplique la producción de leche. El problema muchas veces simplemente es que el bebé no se agarra bien al pecho.
En algunas ocasiones, además, la lactancia materna es algo complicada y por eso si la madre nota que el bebé no se ha enganchado bien al pecho deberá corregirlo cuanto antes para que esto no vuelva a producirse. Si es necesario se probarán las posturas que hagan falta para que ambos estéis cómodos.
Algunos de los signos que indican que el bebé no está agarrándose correctamente al pecho son:
- Mal agarre: el bebé no extrae leche del pezón. Si el bebé chupa el pezón y en realidad no se está alimentando. Será, por tanto, un mal agarre.
- Mal agarre: lengua al borde del pezón. Si el bebé tiene la lengua al borde del pezón en vez de estar debajo del seno y las mejillas punzadas sobre el pezón entonces estará siendo también un mal agarre.
Para que el bebé se agarre bien al pecho también hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Colocar al bebé al pecho cuanto antes, a poder ser, en la primera hora de vida. Nada más nacer, el bebé está más despierto y atento. Por eso, si se le coloca sobre el pecho de la madre, se puede aprovechar el reflejo de succión con el que nace.
- Es fundamental también que le ayudes a adoptar una postura de enganche correcta para que la succión sea eficiente y evites daños y molestias en tus senos.
- Si está mamando bien, oirás cómo traga. Por el contrario, si no succiona adecuadamente escucharás más bien como una especie de chasquido.
Por suerte, en los primeros días, se puede usar un truco que consiste en agarrarse el seno para ayudar al niño a engancharse. Esta postura, conocida como postura en C, se adopta poniendo cuatro dedos debajo del pecho y el pulgar en la parte superior para que el pezón quede de cara al bebé.
¿Cómo sé si el bebé ha vaciado bien el pecho?
Por norma general, si el bebé succiona de forma adecuada y se le deja el tiempo que este vaya a necesitar hasta vaciarlo, deberías notar que este se queda más blando.
Esto quiere decir, por tanto, que ya no te queda casi leche porque el bebé ya se la ha tomado. Ten en cuenta que cuando un pecho está lleno este se muestra más terso y duro e incluso puede que te moleste un poco al tenerlo tan hinchado. Por eso, una manera de descubrirlo es siendo consciente de que a medida que el bebé se va alimentando de la leche de nuestro pecho, este se desinfla y la tensión se reduce.
Está claro que ninguna mujer puede saber con seguridad si el pecho se ha vaciado del todo o no y si este ha tomado ya la leche final, que es, además, la más rica en grasa, pero lo cierto es que sí hay algunos indicadores además de la forma y de la tensión del pecho que ya veíamos que pueden ayudarte a descubrirlo.
Un gran ejemplo de ello es cuando el bebé suelta el pezón de manera espontánea. Ponle de nuevo al pecho porque si lo rechaza y coge el otro pecho es porque ya ha vaciado el otro, pero sigue teniendo hambre.
¿Necesitas producir mucha más leche para conservarla después?
Son muchos los casos de mujeres que deben producir más leche para conservarla y almacenarla porque ya han comenzado a trabajar y no pueden estar con el bebé todo el tiempo como lo estaban en el posparto y el permiso de lactancia.
Una buena opción para conseguirlo es utilizando, por ejemplo, un sacaleches. El sacaleches es el aparato que te va a permitir producir más leche materna y posteriormente almacenarla.
Asegúrate de almacenarla correctamente para que después, cuando la vayas a necesitar, puedas utilizarla sin problema alguno. Pero ¿sabes extraer correctamente la leche a través de este aparato?
Antes de proceder a la extracción, asegúrate de haberte lavado bien las manos con jabón, y evita siempre el uso de limpiadores que podrían alterar el pH natural de la piel si vas a extraerte la leche.
Para la extracción apoya la copa del sacaleches sobre el pezón, y recuerda finalmente que si la leche no se la vas a ofrecer al bebé una vez extraída tendrás que calentarla cuando sí se la vayas a ofrecer, al menos para que alcance la temperatura del pecho.
Los mejores productos para la lactancia
Fuentes:
Natalben, Lactancia: Cómo corregir el mal enganche del bebé al pecho.
Guía de lactancia materna, Asociación Española de Pediatría.

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