El cuidado del sol en bebés y su importancia. El sol es agradable, pero no es inocuo, y mucho menos para la piel de los bebés por lo que es importante seguir algunos consejos antes de su exposición a

Sabemos que el sol es agradable, pero este no es inocuo para la piel. Por ello, todos los bebés y niños necesitan protección solar, son los más vulnerables a la radiación solar. Recordemos que la piel de los bebés y los niños es mucho más sensible que la de los adultos porque sus defensas están todavía muy inmaduras.

CONSEJOS PARA PROTEGER A TU BEBÉ DEL SOL

Hay que tener en cuenta en primer lugar que la crema fotoprotectora que se compre ha de ser etiquetada como de “amplio espectro”. Esto significa que protegerá de los rayos UVA y UVB. Esta deberá extenderse en la cara y en las manos del bebé desde que empiece a hacer calor y aparecen los primeros rayos del sol (abril o mayo… dependiendo también de la provincia en la que nos encontremos).
La crema fotoprotectora elegida, además, no deberá irritar y deberá ser de fácil aplicación, y habrá que asegurarse también de que se compran cremas especiales para bebés con factor de protección al menos de 30. El FPS es el indicador de la protección que ofrece el producto. Si se elige uno con un FPS mínimo de 30 se estará permitiendo permanecer al sol treinta veces más tiempo antes de quemarse de lo que podría sin protección.
La crema, además, ha de aplicarse para que haga efecto alrededor de veinte minutos antes de la exposición al sol y reaplicarse cada dos horas, en especial si el bebé ha sudado o se ha mojado. Además, aunque esté nublado también deberás proteger a tu bebé. Las nubes solamente retienen el diez por ciento de los rayos solares con lo que se debe proteger al bebé incluso en los días nublados.
Mucho cuidado también con las cremas fotoprotectoras de años anteriores o caducadas porque sus efectos solares desaparecen, y tened en cuenta también que por muy morena que sea la piel de vuestro bebé esta ha de estar siempre adecuadamente protegida frente a los rayos del sol. Y antes de los cuatro años habrá que evitar también, por supuesto, la exposición directa al sol durante un largo rato.
¿Y las gafas de sol? ¿Necesarias? Aunque cueste creerlo las gafas de sol no son solamente para los adultos. De hecho, los bebés y los niños han de proteger su vista igual o más que los mayores. Lo mejor que podéis hacer es buscar unas gafas adecuadas con cristales anti-UVA, y que sean lo suficientemente grandes como para que cubran toda la piel alrededor de sus ojos.